Primavera Weekender (8-9 Noviembre, Benidorm)

La industria musical lleva meses hablando de los problemas que causará el Brexit a los artistas de procedencia británica, que tienen que pasar por un proceso legal altamente invasivo y con un coste de alrededor de 400 libras por persona para la obtención de las visas necesarias para girar.
De lo que no se está hablando tanto todavía es del hecho que hasta 19 países de la UE, por ahora, ya han llegado a acuerdos con el Reino Unido para implementar visas de trabajo gratuitas durante 90 días, para que los artistas y su crew puedan circular libremente durante ese período. Pero entre esa inmensa mayoría de países, por desgracia, no se encuentra el nuestro.
Por este motivo, Squid y Black Country, New Road anuncian hoy la cancelación sin visos de reprogramarse de sus respectivas giras en nuestro país, que les tenían que llevar a Barcelona (28 de octubre), Madrid (29 de octubre) y Vigo (30 de octubre) en el caso de los primeros; y a Donosti (29 de octubre), Madrid (30 de octubre) y Barcelona (2 y 3 de noviembre), a los segundos. Una noticia que caerá como un jarro de agua fría sobre los amantes del post-punk en nuestro país, una nueva pérdida para seis salas y una enorme decepción para los miembros de ambas bandas.
Estamos asistiendo a cancelaciones de giras que ya estaban programadas y para las cuales ya se había invertido dinero, mientras que las que se deberían estar cerrando para el próximo año todavía presentan demasiados interrogantes. En un contexto muy delicado por la crisis del coronavirus, con promotores que llevan dos años sin poder programar y grupos sin giras internacionales durante el mismo tiempo, estos incrementos inasumibles pueden suponer el toque de gracia a una industria de la que dependen equipos técnicos, salas y festivales, así como por supuesto a los artistas de uno de los países con mayor presencia en nuestros escenarios.
La ausencia de avances para solucionar este problema nos está acercando peligrosamente a un punto de no retorno. Mientras tanto, y cumpliendo con el “principio de reciprocidad” prometido por la Unión Europea, los artistas y creadores españoles sí pueden gozar de visados de trabajo temporales y gratuitos para desarrollar su obra en el Reino Unido. En definitiva, si la práctica totalidad de países comunitarios ha sido capaz de encontrar una solución a este problema, deberíamos ser capaces de hacer lo mismo en el nuestro. Y con la máxima urgencia.