ACB - El topic de las camisetas sin mangas v.5

Me alegro de haberlo escrito antes del partido de anoche. Ahora es fácil deducir que en el vestuario blanco no hay química, que la noche en el hotel de concentración del Real Madrid ha sido larga, que se han visto volar cuchillos por los pasillos...

El Real Madrid hizo anoche el ridículo. Y no es una cuestión de estadísticas sonrojantes, de tanto por ciento de acierto en el tiro o de la diferencia en el rebote, en los balones perdidos o en las asistencias. Ni siquiera los 51 puntos anotados es el dato más importante.

Lo dramático está en la actitud de los jugadores en la cancha

De los que juegan y de los que no juegan. De los integrantes del banquillo, del cuerpo técnico y de los dirigentes de la sección, que han permitido incomprensiblemente que la bola de nieve terminara convirtiéndose en un alud de proporciones gigantescas que va a enterrar al equipo esta temporada antes de tiempo. Todo el mundo sabe que la relación de Pablo Prigioni con muchos de sus compañeros es inexistente, que su comportamiento ha sido deplorable y que en lo baloncestístico habla un idioma diferente al de la mayoría de sus compañeros. Pablo Prigioni sigue jugando en el Real Madrid. Y es el base más utilizado, con bastante diferencia sobre Sergio Rodríguez.

Antes de la Final Four, mantuve una larga entrevista con Juan Carlos Sánchez, Director de la sección de baloncesto del Real Madrid. En ella se mostraba convencido de que Velickovic iba a aportar cosas al equipo. Sucede, sin embargo, que Velickovic no juega y aunque muchos intuyen por qué, las razones no parecen demasiado convincentes. Como patrimonio del Real Madrid, el serbio es una ruina para el equipo blanco, que tiene opción de renovarle por un año más. Haciéndole jugar, la operación estaba clara, lo renuevas y si no cuentas con él preparas un traspaso o intercambio de jugadores con algún equipo europeo. Ahora todo será más difícil, aunque el jugador sigue teniendo muchas novias.

Tampoco el rol de Felipe Reyes ha ayudado demasiado al equipo. Felipe es un gran jugador, que ha tenido que soportar dolores de espalda que hubieran llevado a muchos otros en su lugar a una baja cada 20 días. Su casta y su compromiso están fuera de toda duda. Pero inconscientemente, habiendo mal entendido sus funciones y como veterano del equipo, ha perjudicado a otros compañeros aunque, obviamente, estos jamás van a reconocerlo. ¿Debe continuar en el equipo?. Probablemente sí, entre otras cosas porque renovó su contrato recientemente, pero el entrenador que venga tendrá que dejar las cosas claras desde el principio.

El futuro del Real Madrid pasa por Nikola Mirotic en el puesto de cuatro y el montenegrino debe tener un papel de protagonista en el equipo desde el minuto uno.

La paliza recibida anoche por el Bilbao Bizkaia Basket, ejemplo clarividente de lo que debe transmitir un equipo de baloncesto, deberá tener consecuencias inmediatas. ¿Es posible una remontada en la serie?. No lo creo, aunque estoy seguro que Sergio Llull tratará de estimular a los suyos con su carácter competitivo. Falta ilusión, energía positiva y complicidad y el equipo de Katsikaris sabe que está ante la gran oportunidad de jugar una final ACB y asegurarse un pasaporte para la próxima Euroliga. Un premio demasiado goloso para que gente del carisma de Aaaron Jackson, Vassileiadis, Axel Hervelle o Marko Banic lo dejen escapar.

En el vestuario blanco andan como locos por irse de vacaciones. Y la entidad lo está pidiendo a gritos. Los empleados encargados de la fumigación tendrán trabajo este verano. No hay que cambiar muchas piezas, simplemente es cuestión de mejorar el juego de perímetro con un base y dos aleros y, sobre todo, de separar las lentejas buenas de las podridas.

Ettore Messina sabía perfectamente lo que hacía cuando presentó su dimisión como entrenador del Real Madrid. No confiaba en el carácter del vestuario y con su salida dejaba sin coartada a sus detractores.

"Me marcho para que los jugadores puedan dar un salto hacia adelante", dijo el italiano.

Muchos vaticinaron entonces que el Real Madrid jugaría como los Denver Nuggets de su época más gloriosa, con marcadores centenarios y más alegría que en un monólogo de Chiquito de la Calzada, pero la realidad ha sido bien distinta. Algunos jugadores han quedado retratados, han demostrado ser mentalmente muy débiles, así que parece justo concluir que, no, Messina no tenía toda la culpa.