GLASTONBURY'17 (21 - 25 JUN)

Es la principal idea que quiero transmitir. Todo lo que he ido viendo y leyendo en estos años se queda en nada con lo que esto es realmente. Un recinto inabarcable del que, después de 5 días, sólo manejas con seguridad un 20%. Increíble actitud de todo el mundo, todo el mundo estaba TAN contento de estar allí, que se contagia. La sensación de seguridad, impecable: policía por todos lados, controles exhaustivos al entrar y salir ( yo me he quedado donde las autocaravanas ), personal de soporte por todos lados ofreciéndose a ayudarte en cualquier situación...un 10 para eso. Se notaba el clima raruno por los ataques de las últimas semanas, pero la sensación de seguridad lo disipaba.
El sonido, perfecto. En serio, todos y cada uno de los escenarios sin ningún tipo de problema estuvieras donde estuvieras situado.
La gente, pese a lo pasadísimos que estaban al 80%, muy respetuosa. Nada que ver con los guiris del FIB jajaja. No he visto ni un solo altercado, ni un amago de pelea. Al contrario: todo el mundo te ofrece de las latas que han ido cargando hasta allí a nada que cantas con ellos en algún concierto, todo el mundo quiere saber qué tal tu experiencia en el festi. Sorprendente la cantidad de gente que he conocido que estaba allí y lo mismo le daba quién tocara. Conocen a los grupos porque, claro, suenan en la radio, pero el cartel en sí les da un poco igual. Supongo que por eso ha sido INCREÍBLEMENTE fácil colocarse cerca de la primera fila en casi todos los conciertos. Incluso en el Pyramid, que visto desde arriba es impresionante, hemos visto todos los conciertos bien por delante de la valla de seguridad cuando quisimos.
Mi flor en el culo ha sido poder estar en el camping de caravanas ( casi todos los amigos con los que fui iban en autocaravana ), mucho más tranquilo, aunque lejos de todo, pero el paseo bien merecía la pena ( en 5 días hemos hecho algo más de 73km ). Eso y el tiempazo, claro. Me puse las katiuskas porque joder, las había arrastrado allí y algo llovió alguna noche, pero vengo (más) morena y el barro ha sido anecdótico. Siempre podré contar que arrastré una ola de calor desde Badajoz al festival.
Los conciertos: ni un pero, ni uno malo. 
Lo mejor:
- Kate Tempest poniendo a llorar de la emoción a todo el público.
- Matt Berninger ( casi ) sobrio, con cara de alucine viendo la extensión del público en el Pyramid y haciendo de sí mismo dejando a todos con la boca abierta ( sorprendente que casi nadie conociera a The National, me dejó muy loca esto)
- The Lemon Twigs, ojalá el tiempo los ponga donde merecen, porque vaya conciertazo se sacaron de la manga.
- Tuvieron que agarrarme para no meterme en el pogo de los King Gizzard, joder-
- Haber podido quitarme la espina, por fin, de ver a Jamie Cullum, que además llevó una orquesta completa y es encantador, increíblemente talentoso y, pordios, idéntico a Steve.
- El vermú con British Sea Power, otra espina que he podido quitarme.
- El revival con Craig David. Acabamos allí por casualidad y lió una pardísima. No puede escapar del binomio "gorgoritos de operación triunfo - subirse al carro de las negritudes pop de ahora" pero el resultado es bastante impresionante.
-    Ed Sheeran 
- Que, desde que salimos de la tienda el domingo por la mañana, se escuchara por todo el recinto la palabra "Killers". Lo que hizo Brandon Flowers esa tarde, sin parar hit tras hit. Que tocaran Smile like you mean it que para mí es LA BUENA. Y cómo se vino abajo la carpa cuando tocaron Mr Brightside, y explotó el festival como si todos fuéramos confetti. 
- Esa sensación que sólo Dave Grohl es capaz de conseguir, de hacerte sentir dentro de una película americana, de ser el protagonista. El papel de rockstar lo borda, transmite epicidad en cada palabra, en cada canción. No hay otro como él, no podría haberlo. Foo Fighters son uno de los grupos de mi vida y así seguirá siendo.
- Todo el concierto de Radiohead, de la primera a la última canción. Pero esperar 20 años a que me tocaran Let Down, allí, rodeada de gente igual de emocionada que yo, eso, ha hecho que merezca la pena todo todo.
- Off-música: Subir (dos veces!!!) a la colina de los hippies y que no puedas abarcar con la mirada todo lo que quieres recordar de un sólo vistazo; encontrar el Piano Bar, poder entrar, no entender nada de lo que estaba pasando y equivocarnos al salir para acabar en el backstage con los actores; pensar que nos hemos cruzado 48570239 veces con Brad Pitt y Johnny Deep de incógnito; la F-I-E-S-T-A el jueves entre el Block9 y Shangri-La ( perdimos un móvil y lo recuperamos a los 20 minutos, increíble); ir reventadas camino de la tienda para terminar bailando bajo la lluvia en el Arcadia con la araña esa que será alimento de mis pesadillas los próximos 10 años; comer y beber en el recinto no me ha parecido tan caro, la calidad, bastante por encima de la media ( nunca comimos por más de 6 libras y la sidra BUENA eran 4'50 la pinta ); lo de poder colar tu alcohol y que te cobren la mezcla a una libra, mira, de monumento; todo todo lo que hay en The Park, no hay día que no hayamos pasado a ver qué se cocía por allí; a pesar de las fotos que he visto ya de la suciedad que queda allí, todo estaba infinitamente más limpio de lo que me imaginaba, siempre podías sentarte en el suelo, los bidones de reciclaje se usaban siempre; la diversidad de edad: nenes correteando felices como perdices, abuelos de 80 años, familias enteras, con nosotros venía una embarazada de 7 meses que no ha tenido ni un problema en ningún momento ( lo que sí me ha llamado la atención, eso sí, ha sido la poca diversidad étnica); The woods y The cave, de noche, toda una experiencia, entras en otro mundo completamente; ¿he dicho ya Shangri-La?.
- Lo peor: EL. PUTO. OLOR. DE. LOS. PUTOS. BAÑOS. ARGH. AAAARRRGGGHHH.